Miopía
Aunque la predisposición genética es una causa significativa, los hábitos afectan en su aparición y progresión.
La miopía es un defecto refractivo del ojo que dificulta la visión a larga distancia, mientras que los objetos cercanos se ven con claridad. Esto ocurre porque la luz que entra al ojo no se enfoca correctamente sobre la retina, ya sea debido a una forma alargada del globo ocular o a una curvatura excesiva de la córnea
La miopía es un defecto refractivo del ojo que dificulta la visión a larga distancia, mientras que los objetos cercanos se ven con claridad. Esto ocurre porque la luz que entra al ojo no se enfoca correctamente sobre la retina, ya sea debido a una forma alargada del globo ocular o a una curvatura excesiva de la córnea
¿Cuándo se opera la Miopía?
La cirugía para corregir la miopía se recomienda generalmente a partir de los 21 años, ya que es a esta edad cuando la miopía tiende a estabilizarse. Es crucial que la graduación no haya cambiado en al menos dos años antes de la operación, ya que la cirugía solo corrige el defecto refractivo y no detiene su progresión
Causas Principales de la Miopía
Genética:
La herencia juega un papel crucial en el desarrollo de la miopía. Si uno o ambos padres son miopes, existe una mayor probabilidad de que sus hijos también lo sean.
Factores Ambientales:
Actividades que requieren un enfoque cercano prolongado, como leer, usar computadoras o dispositivos móviles, están asociadas con un mayor riesgo de desarrollar miopía. Esto se debe a que el esfuerzo visual constante puede contribuir a la elongación del globo ocular.
Falta de Exposición al Aire Libre:
Pasar poco tiempo al aire libre durante la infancia se ha vinculado con un aumento en la incidencia de miopía. La luz natural parece tener un efecto protector contra el desarrollo de esta condición.
Condiciones de Salud:
Algunas condiciones médicas y factores relacionados con el embarazo pueden influir en el desarrollo de la miopía, aunque son menos comunes
¿Qué tratamientos existen para corregir la Miopía?
- LASIK (Queratomileusis in situ asistida por láser): Esta es la técnica más utilizada y permite corregir miopías de hasta 10 dioptrías. Consiste en crear un flap en la córnea y luego aplicar un láser para remodelar el tejido corneal. La recuperación es rápida y generalmente los pacientes logran una visión de 20/20 o mejor.
- PRK (Queratectomía fotorrefractiva): Esta técnica es adecuada para pacientes con córneas delgadas y corrige miopías de hasta 6 dioptrías. A diferencia del LASIK, en PRK se elimina el epitelio corneal, lo que implica un tiempo de recuperación más largo y puede causar molestias postoperatorias.
- Lentes intraoculares (ICL): Esta opción es ideal para pacientes con alta miopía o aquellos que no son candidatos para LASIK o PRK. Se implanta una lente dentro del ojo, proporcionando una excelente calidad visual sin alterar la estructura ocular.
IMPORTANTE
Debe consultar inmediatamente si durante el post-operatorio se constata reducción de la visión, dolor importante, secreción abundante o enrojecimiento progresivo. Si no consigue contactar a su oftalmólogo deberá acudir a un servicio de urgencia ya que puede estar desarrollando una complicación que requiera tratamiento inmediato.
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